viernes, 14 de enero de 2011

Un modelo orientado a promover las mujeres capaces y talentosasAun si las mujeres inician carreras con las mismas bases que los hombres, en cuanto a inteligencia y educación, comparativamente pocas alcanzan vértices jerárquicos. Esta desigualdad “es un problema, pues los sectores privados en economías centrales y emergentes precisan con urgencia gerentes y líderes femeninas. Es más: sus colegas en la política suelen tener más éxito”.
“Este nuevo sistema de gestión puede mejorar su autoconfianza y su capacidad para los negocios”, afirman Joanna Barch, Suzanne Cranston y Rebecca Craske, de McKinsey.

En ese contexto, la consultora McKinsey lleva a cabo desde hace cuatro años el “proyecto liderazgo” (MKLP), con vista a promover y apoyar mujeres profesionales. Con ese objeto, se busca asistir a las jóvenes para alcanzar altos cargos y demostrar a las empresas cómo sacar el mejor partido de sus elencos femeninos. Para ello, las autoras han entrevistado en 2008 a unas 90 mujeres (y algunos hombres) en todo el mundo, que han triunfado en diversos campos del management.

Algunas dirigen más de 10.000 empleados, otras cinco o menos. Si bien sus tareas específicas varían ampliamente, cada cual trata de hacer diferencia en sus universos laborales. Las tres investigadoras también han revisado textos de nivel universitario y han consultado expertos en liderazgo, psicología, actitudes, etc., amén de intercambiar datos y experiencias con cientos de colegas en McKinsey.

Todo eso se resume en un modelo de gestión que abarca varios aspectos. Estos son sentido (esforzarse al servicio de objetivos claros), energía, actitudes positivas –para expandir horizontes–, identificación de quienes puedan ayudar a crecer y ofrezcan nexos sólidos. En síntesis, ser autosuficiente pero colaborando con los demás.

Esos factores caracterizan el modelo de liderazgo centralizado (MLC) como fuente de fortalezas físicas, intelectuales y anímicas que generan logros personales. En el proceso, se descubren formas para que las mujeres tengan fe en sí mismas y vayan transformándose en managers y líderes eficaces. El MLC también vale para los varones, pero en menor grado.

El liderazgo centralizado prefiere, claro, experiencias, actitudes y reacciones positivas y depende de características laborales particulares que suelen distinguir entre mujeres y hombres. En primer lugar, ellas tienes más oportunidades de dejar cargos. En segundo término, su doble carga (maternidad, funciones) en especial les drena energía. Tercero, suelen pasar por altas y bajas anímicas más seguido y con mayor intensidad que los varones.

Ante esos rasgos potencialmente adversos, el LC apela a ciertas formas de psicología conductista, con la idea de definir qué hace prosperar a las personas. Si bien ninguna de las ejecutivas consultadas se expresó en los mismos términos, indagando en textos y hablando con universitarios, las autoras creen haber interpretado el mensaje a la luz del modelo.

1 comentario:

  1. Hola Adriana y Tania: He leido su articulo y me parecio sumamente interesante, que las empresas nos den un lugar dentro de la organizacion y tengan en cuenta que una mujer, tambien es madre, hija, amiga.
    Es muy cierto, que los viajes de negocios, son barreras para las mujeres, cuando tienen que cumplir roles familiares. Me parece genial las video conferencias, ya que estas nos facilitan mucho el trabajo. Mas las consultas en linea, sin moverte de tu ciudad. También creo que el genero femenino, es muy importante dentro de un equipo directivo porque tal vez las mujeres tiene una vision integral, tanto de los productos como de los problemas.
    Como lectora me gusto mucho su articulo, pero me gustaria leer alguno, si es posible, algun articulo de porque las mujeres, no ganan igual que los hombres, haciendo identicas tareas.

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